River Plate. Nuestro glorioso Millonario volvió al triunfo. Y lo hizo nada más y nada menos que en el siempre difícil estadio del Nuevo Gasómetro. Fue 0 a 1 de visitante contra San Lorenzo con gol de Emmanuel Mammana. Una victoria que nos mantiene en el pelotón de arriba para ingresar a la Copa Libertadores y que nos da algunas mínimas chances de seguir de cerca a los punteros en el Torneo Argentino.

Fue un partido de los Nivel 8 o 9. Bastante difícil. Muy trabado en mitad de cancha, dónde los arqueros no tuvieron acción en casi todo el encuentro. 

En el primer tiempo San Lorenzo salió de entrada a cortar los circuitos al equipo del Muñeco. Con Barco y De La Cruz como armadores, Enzo y Santi Simón de doble cinco, recibiendo faltas en cada pelota que dominaban. Cancha bastante rápida, los dirigidos por Insua no dejaron jugar. Con el aval de un permisivo Loustau que dejaba pasar entrada fuerte tras entrada fuerte de los Cuervos sin sacar una sola amarilla.

El marcador se abrió tras una jugada rara. Córner para River. La defensa despeja. Le cae a Paulo Díaz. Primero remata y rebota en su defensor. Luego decide ponerse la 10 y ensaya un par de amagues, firuletes y gambetas a lo Juanfer, en el borde del área en la zona derecha, casi al final del campo. Deja tirado (desparramado es una palabra que se adapta mejor a la situación) al defensa y descargó con Herrera que de primera le metió un pase a Enzo Pérez entrando ya en el área. Enzo tiró el centro que sale despejado por los centrales de San Lorenzo. Y ahí estaba él. Donde tenía que estar. El silencioso y virtuoso Mammana. Que se había quedado en ataque siguiendo la jugada en el borde del área. La pelota le llegó rodando al pie derecho. Cargó la barra de potencia y la mandó a guardar contra el palo derecho de un Batalla que nada pudo hacer. 0 a 1 y al descanso. 

El segundo tiempo se lo vio a San Lorenzo tratando de tomar la iniciativa obligado por el resultado, pero no encontrando fundamentos de juego. Muy pero muy sólo el Perrito Barrios, el único del rival que intentó jugar y generar peligro. Pero el Cuervo se encontró con una defensa y medio de River muy sólida.

El partido lo rompió el árbitro. Loustau echó a Herrera por una falta mínima que no era ni para regaño. Esas jugadas que sólo Patricio Loustau ve solo contra River cuando nos dirige. No es la primera. No va a ser la última. Vayámonos acostumbrando. 

Con uno menos gran parte del segundo, Gallardo primero cambió la delantera. Adentro el Colibrí Borja y Mati Suárez. Afuera Luquitas Beltrán que las corrió a todas, como siempre, y afuera también Pablito Solari que, después de la lesión, no puede levantar el nivel que supo tener en sus primeros partidos con La Banda. Adentro también el Gran Pinola. El inoxidable Javier que, los pocos minutos que jugó, cumplió, evitando un gol y rechazando pelota que pasaba por los aires del área chica de River. 

Con uno más, San Lorenzo fue y fue. Pero nunca pudo hacer daño. No supo doblegar a las murallas del fondo de River. La única clara que tuvo, Blandi la metió, anticipándose a Armani, pero estaba dos metros fuera de juego. 

Sufrida y celebrado victoria en Boedo. La foto se queda con el abrazo fraternal y familiar entre Enzo y el Muñeco para cerrar opiniones malas intensionadas que intentan desestabilizar a un equipo que no tiene fisuras internas. 

Un victoria para levantar cabeza y seguir creyendo.

Desde la Filial de River Plate en Berlín felicitamos al equipo por la entrega en Boedo y decirles que desde las lejanía de la vieja Europa, siempre estaremos alentando al Millonario.

#PorEsteAmor #TeAlentaréDondeSea

Foto: Club Atlético River Plate